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José Joaquín Suzuki Vidal 

2008 El túnel alcanzó una longitud de 84,18 metros. Estaba a una profundidad de 7,1 metros y tenía un espacio de 1,2 metros de ancho por 1,35 de alto. Fue catalogado como el más “sofisticado” de la historia chilena. Foto:R AÚL MALDONADO.

Desde el patio de Luz Lobos se ve una de las torres de Gendarmería que custodia el perímetro de la cárcel de Colina II. El terreno de casi 400 metros cuadrados está a 96 metros del muro que separa la prisión con el mundo exterior.

En ese preciso lugar, en la calle Unión, fue donde hace siete años cuatro hombres trabajaron durante siete meses en un túnel -definido en su momento como el “más sofisticado” de la historia chilena- donde se esperaba que más de 200 reos escaparan desde ese recinto penitenciario.

Este mismo sistema fue usado por el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán para escapar, el domingo pasado, desde una prisión de alta seguridad en Toluca.

La construcción fue encargada por Ricardo Bouffenais, quien estaba preso desde 2006, donde fueron “contratados” tres pirquineros oriundos de la VIII Región. Su idea era escapar junto a otros tres reos.

En agosto de 2007 comenzó la construcción, la cual tenía como fecha de entrega en marzo del año entrante. La inversión total superó los $15 millones.

Sin embargo, este fue descubierto luego que en escuchas telefónicas de la Policía de Investigaciones, los trabajadores revelaran la dirección donde se estaba construyendo. Todos fueron detenidos en la mañana del 12 de marzo de 2008.

Se alcanzaron a excavar 85 metros. Para llegar al interior de la cárcel, faltaban -a lo menos- 40 metros.

La vida en Unión

Una cubierta de cemento, color rojo, está en el lugar donde se comenzó a realizar el agujero. En esa casa, actualmente vive Luz Lobos, junto a uno de sus dos hijos.

El terreno fue comprado hace 30 años por su familia. Lobos cuenta que le arrendó el sitio por cerca de $400 mil pesos a “una mujer que andaba con unos bebés”. Posiblemente se refiriera a quien entonces era la pareja de Bouffenais, una de las que vigilaban el trabajo de los pirquineros.

Lobos, mientras, vivía en otra casa que tenía a unas cuadras de allí. Dice que no se enteró del hecho, hasta que lo vio por la TV. Luego de que se destapó todo, cuenta, vino lo más complicado: “No me querían entregar mi terreno. Me lo cedieron hace como dos años”. Sin embargo, solo en enero de 2014, volvió a vivir allí. Se demoró en regresar porque tenía miedo. Miedo de que podrían utilizar el túnel nuevamente.

$70 millones para cerrarlo

Clausurar el túnel fue uno de los desafíos. En un comienzo se pensó usar cargas explosivas, pero se desechó por el peligro que revestía a los vecinos. Finalmente, se optó por la alternativa de excavar por todo el túnel y rellenarlo con hormigón.

Para realizar este trabajo, hubo una licitación de la gobernación en abril de 2009, financiado con dinero de la Subsecretaría del Interior. El ganador fue Hernán Mancilla Moena, quien se demoró 22 días hábiles en completar la tarea. El costo total fue de $70.176.761.

“El Chapo” Guzmán (58) es considerado uno de los mayores capos del narcotráfico en la historia. El domingo pasado se fugó por segunda vez desde una cárcel de máxima seguridad, por un túnel de 1.500 metros en Toluca.

El fenómeno de la”chapomanía” en México A4