Según informó este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de infectados por el virus del ébola en África occidental asciende a 5.800 personas, de las cuales 2.800 han muerto. Pero, ¿cuál es el riesgo de que exista un brote de ébola en nuestro país?
El Profesor de Ingeniería en Prevención de Riesgos en Universidad del Pacífico, Dr. Alexander Betzhold, señala que el riesgo en Chile se relaciona con el ingreso de personas infectadas desde países del oeste de África, particularmente Sierra Leona, Guinea, Liberia, Nigeria y Senegal, donde la enfermedad es endémica (nativa) y presentan un aumento epidémico del número de casos. “La introducción del virus se puede dar principalmente a través de vuelos aéreos o transporte marítimo, y secundariamente por transporte terrestre, no solo por vía directa, sino que a través de viajes indirectos o con transbordos en diferentes países”, indica.
La forma de contagio es de persona a persona mediante el contacto con fluidos o secreciones, y los enfermos presentan fiebre, dolor de cabeza, vómito, diarrea, dolor muscular, debilidad o diarrea con sangre. En ese sentido, el Dr. Betzhold asegura que es clave tomar medidas de protección frente a pasajeros con antecedentes de que provienen de zonas africanas con brote y que incluyen el uso de elementos de protección personal (respiratoria, ocular, guantes, traje impermeable y cubrebotas), medidas de desinfección ambiental, aislamiento del sospechoso y traslado a un centro asistencial para pacientes infecciosos, mediante camillas especiales de aislamiento.En Chile existen protocolos teóricos para el manejo de pacientes infecciosos que puedan ingresar desde el extranjero, desarrollados por el Ministerio de Salud, la Dirección General de Aeronáutica y la Autoridad Marítima. Según precisa el experto de la Universidad del Pacífico, “para que estos protocolos sean exitosos requieren de personal entrenado y con los elementos de protección personal y desinfección necesarios, además de infraestructura aeroportuaria, portuaria y hospitalaria adecuada para el aislamiento infeccioso. Este detalle es un punto crítico para que los planes no fallen en su implementación y ejecución”.
Otro punto importante en lo que refiere a la prevención y detección del virus es el análisis de laboratorio frente a una muestra de secreciones de un paciente sospechoso. “Si bien el Instituto de Salud Pública de Chile ha implementado una prueba genética presuntiva en base a PCR (reacción en cadena de polimerasa), la confirmación es en el CDC de Atlanta o de Canadá”, puntualiza Betzhold.
El académico plantea que un ejercicio para someter a prueba las capacidades nacionales de respuesta sería el siguiente: “Si una persona proveniente de zonas con brote emigra a Europa y desde ahí a Argentina, y cruza a Chile por tierra dentro de 21 días (el periodo de incubación es de 2 a 21 días), todos los contactos se infectarían y multiplicarían la infección. De hecho, hubo preocupación por la llegada de un ciudadano polaco en una nave mercante al puerto de San Antonio, que se suponía podría estar infectado”, agrega.
Desde la mirada de la medicina del viajero, otra complicación es la primera línea de contactos con los pasajeros infectados. “La primera línea está conformada por otros pasajeros y por los trabajadores de líneas aéreas, marina mercante, transporte terrestre, aduana, policía nacional y otros servicios, quienes en general requieren vacunas especiales, pero como frente al ébola no hay vacuna específica, solamente pueden protegerse mediante el uso de elementos de protección y desinfección, no siempre disponibles en los medios de transporte”, relata.
Por último, Betzhold señala que un paciente asintomático no levanta sospechas y que puede atravesar todas las barreras, por lo que uno de los factores preventivos críticos es conocer de dónde proviene o la trayectoria de su viaje desde el origen. “Por eso se han tomado medidas rigurosas de restricción de salidas desde las zonas con brote, aunque siempre es posible que personas viajen escapando de la epidemia y arrastrando la infección hacia otras áreas”, concluye el académico de Prevención de Riesgos de la U. del Pacífico y Magister en Gestión y Planificación Ambiental.
Cronología del Ébola
El Ébola es un Filovirus conformado por RNA, perteneciente al grupo de virus hemorrágicos, que fue identificado por primera vez el año 1976 en la República Democrática del Congo, siendo aislado recientemente de murciélagos frutívoros, que se supone son el reservorio de esta enfermedad transmisible desde animales hacia el ser humano.
Esta epidemia mortal tuvo su primer resurgimiento en diciembre de 2013, propagándose rápidamente a Liberia, Nigeria y Sierra Leona, con casi 1.800 casos y 961 fallecimientos registrados al 1 de agosto de 2014, lo que lo cataloga como el mayor brote de Ébola de la historia.
Según el último recuento dado a conocer este lunes por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de infectados en África occidental asciende a 5.800 personas, de las cuales 2.800 han muerto.
Los tres países más afectados siguen siendo Liberia, Sierra Leona, Guinea Conakry, y en menor medida Nigeria y Senegal, pero se espera que el número de contagios siga aumentando de forma exponencial en las próximas semanas.
Eso llevó a que la semana pasada Naciones Unidas solicitara mil millones de dólares para hacer frente a esta epidemia, para lo cual el canciller Heraldo Muñoz confirmó que Chile hará “una contribución financiera significativa” para aportar al fondo de la ONU destinado a combatir el ébola.
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