Juan Morales

vía www.lun.com – Diario Las Ultimas Noticias.

La noche del martes, en un control rutinario de Carabineros en la comuna de Colina, un vehículo se dio a la fuga. El conductor ni siquiera se tomó la molestia de bajar el vidrio y decir qué se le ofrece mi suboficial . Arrancó yéndose por la ruta CH-57, que va a Los Andes.

El jefe de la Prefectura del Tránsito y Carreteras, coronel Óscar Vergara, dice que “si un auto arranca, por algo será”, y lo que se hace en estos casos es iniciar una persecución. Un furgón de la 8ª Comisaría inició la carrera, pero un lanzador de bala no está hecho para correr los cien metros. Pidieron refuerzos.

El Retén de Carreteras de Colina cuenta con tres Dodge Charger, los F-16 de los carros policiales. Llegaron al país a principios de año, están operativos desde marzo y hay 30 en total, por ahora. Se trata de un depredador formidable, con un motor de 3.600 cc, 292 caballos de fuerza y un intimidante espolón delantero capaz de tumbar cualquier cosa que se le cruce por delante. Están especialmente adaptados para las persecuciones. Aquella noche uno de ellos entró en acción.

“Si un auto arranca, por algo será”, repite el coronel Vergara. “Seguramente se trataba de un delincuente, algún prófugo de la justicia, pero hay veces en que no conviene mucho continuar una persecución. Como ocurrió en este caso”.

Vergara aclara que el Dodge pudo perfectamente haber alcanzado al vehículo fugado, pero con un alto riesgo de que las consecuencias fuesen nefastas. “Los delincuentes, cuando huyen, son capaces de arrasar con todo con tal de escapar. No les importa ponerse en peligro ni a ellos mismos ni a los demás. En ese contexto, se tomó la decisión de abandonar la persecución, porque podía ser contraproducente”.

Aquí viene la ironía. Precisamente cuando los vehículos policiales estaban en el proceso de finalizar el operativo, el conductor del Dodge, “en un error de maniobra”, en palabras de Vergara, terminó colisionando con… un furgón policial.

“El impacto no fue muy fuerte. El Dodge iba como a 40 o 50 kilómetros por hora a lo sumo y no chocó de frente, sino por el costado. El furgón sufrió una abolladura en una puerta, mientras que el Dodge tuvo daños en el tapabarros, el parachoques y parte del capó. La carrocería en sí no sufrió daños. No hubo lesionados. Y efectivamente, es la primera colisión que tenemos con uno de estos carros. ¿Pero usted cómo se enteró de todo esto?”.

Porque las Dodge Charger de Carabineros son, a estas alturas, una especie de celebridad, y si un Dodge choca, es como si Ricky Martin chocara en la Plaza Italia. Y lo que hace un ciudadano de a pie en estos casos es agarrar su celular, sacar una foto y subirla a una red social. En este caso, la Dodge, en cosa de segundos, estaba en el Facebook de Chile Comparte.

“El carro ingresó al taller y mañana (hoy) ya debiera estar operativo. El seguro corrió con los gastos”, dice el coronel Vergara.

El Dodge iba como a 40 o 50 kilómetros por hora a lo sumo y no chocó de frente, sino por el costado

<promo_web>Óscar Vergara, coronel de carabineros