En el sector inmobiliario no están optimistas respecto de que en el corto plazo los desarrolladores puedan empezar a construir en las más de 10 mil hectáreas que involucró la aprobación -en noviembre de 2013 por parte de la Contraloría- del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS 100). Esto, debido a que el Ministerio de Vivienda aún está afinando las normativas para la ejecución de obras en estos terrenos, las que están sujetas a varias condiciones.

En el rubro admiten que la expansión de suelo urbano del Gran Santiago ayudaría a mitigar las alzas de precios de la tierra, uno de los factores que explica el incremento de los valores de las viviendas. Pero el director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Vicente Domínguez, señaló que el inicio de trabajos en los terrenos involucrados podría recién partir en un año y medio o dos, mientras que las primeras viviendas podrían verse dentro de tres años.

Las comunas involucradas en el cambio del PRMS fueron ocho: Pudahuel, Renca, Quilicura, Maipú, San Bernardo, La Pintana, Puente Alto y Cerro Navia. Entre las exigencias que impone este plan destaca que el 25% de la superficie debe destinarse a áreas verde y que en los proyectos deberán ser mantenidas por los desarrolladores inmobiliarios por, al menos, cinco años. También 8% de la superficie de las iniciativas debe contener viviendas sociales y otro 6% equipamiento.

“Los procedimientos deben estar afinados para que no haya tropiezos extraordinarios y se puedan ir aprobando los proyectos”, indicó Domínguez.

[box type=”box” width=”200″ template=”Normal” align=”right” color=”black”]Suelo:

Atisba dice que en el Gran Santiago quedan 5.800 ha. Según estudio de LarrainVial a 2012 eran cuatro mil ha.[/box]Avances y trámites

Para Iván Poduje, socio de la oficina de urbanismo Atisba, los tiempos son, incluso mayores. Estimó que recién en cuatro a cinco años podría empezar la construcción de viviendas, “si se cumplen todas las condiciones exigidas en la ordenanza del plan regulador”. Sostuvo que si se confecciona un reglamento, en vez de usar la ordenanza, se sumaría otro año.

Desde la Seremi Metropolitana de Vivienda señalaron que están ajustando los criterios normativos para la aplicación del PRMS 100. Afirmaron que no se hará reglamento y que “se están viendo todas las posibilidades del instrumento y los actores que van a intervenir dentro de estas áreas, como el Serviu, por lo que se espera de aquí a final de mes tener los criterios e interpretaciones de aplicación para ser aprobados por el Seremi y empezar a recibir propuestas de desarrollos el segundo semestre”.

De todos modos, Poduje indicó que una vez definido el detalle reglamentario, los titulares de los proyectos deberán realizar casi una decena de trámites. Entre ellos, añadió, armar predios de 60 hectáreas o más con los porcentajes de áreas verdes y vialidad exigidos. Desarrollar y aprobar estudios de factibilidad territorial, impacto vial y ambiental, gestionar la viabilidad sanitaria y aprobar permisos de edificación ante la dirección de obras municipales.

El socio de Atisba indicó que el PRMS 100 evitará que hogares que buscan casas con precios bajo las 2.500 UF deban migrar a comunas más alejadas como Buin, Paine, Colina o Lampa.