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Más de 7.383 millones de transacciones efectuadas en los 83 pórticos para el cobro de peaje remoto que operan en la actualidad y 2,3 millones de aparatos TAG puestos en funcionamiento son el balance en números de las autopistas urbanas que en diciembre de este año cumplen su primera década de operación en Santiago.

Hoy, el modelo que partió en 2004 con la promesa de combatir los tacos, frenar la entonces incipiente congestión y mitigar el uso masivo del automóvil, acumula un crecimiento de 17,4% en la cantidad de pasadas por pórtico, como lo revelan cifras de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP).

Según este balance, durante 2013 hubo un total de 1.083 millones de transacciones entre las cuatro autopistas urbanas con TAG. De ellas, el promedio anual de transacciones por autopista llegó a 270 millones anuales. La vía que más transacciones generó en 2013 fue Autopista Central, con 403 millones de registros anuales, mientras que la vía con menos pasadas fue Vespucio Norte, con 211,2 millones.

El pórtico de Providencia, justo frente al acceso La Concepción, es el de mayor tránsito. Sólo en el último año, el denominado “P3 oriente” acumuló más de 24,8 millones de pasadas.

Asimismo, el balance de tránsitos totales por autopista -desde 2004- muestra que el sistema acumula 7.383 millones de transacciones, con un alza total de 17,4% desde 2005, y de 5,6% desde 2008, cuando las nuevas vías (Acceso Sur, Radial Nororiente y Túnel San Cristóbal) entraron en régimen contractual.

Si bien el aumento en el conteo global de transacciones no implica necesariamente crecimiento de tráfico, las cifras sí dan cuenta de que las autopistas experimentan alzas de demanda, ítem que se eleva por encima del aumento del parque automotor: 1,5 millones solo en la Región Metropolitana a 2012.

Cifras de la Asociación de Concesionarios de Infraestructura Pública (Copsa) indican que durante los últimos cinco años la superficie de infraestructura concesionada de alta velocidad creció menos de 10%, mientras que a Santiago están ingresando alrededor de 500 vehículos por día.

A juicio del consultor y académico del departamento de Arquitectura de la universidad de Cambridge, Marcial Echenique, “se está dando justo lo esperado cuando se planificaron las concesiones en 1995”.

El especialista añade un dato: “ese plan original terminaba en el 2010 y no se han hecho nuevos planes para concesionar obras para satisfacer el aumento de la demanda y el resultado ha sido obviamente más congestión”.

El urbanista de Atisba Iván Poduje comenta que “la tasa del 5% anual (de crecimiento en pasadas) es muy similar al crecimiento de la economía, pero la oferta siempre crece menos y más aún en las autopistas urbanas ya que en los últimos ocho años se ha hecho muy poco”.

A su juicio, “es poco lo que se puede hacer ya que las autopistas no pueden ampliarse en proporción al aumento de demanda. No hay espacio y el impacto urbano sería muy alto.

La solución es completar los proyectos que faltan, como AVO y Costanera Central, además de resolver los cuellos de botella puntuales e invertir en infraestructura para el transporte público, como metro, trenes y tranvías, para reducir la migración de usuarios a autos”.

Para el académico UDP, Louis de Grange, “la pregunta es ¿qué pasaría con la congestión si no estuvieran las concesiones urbanas? Sin duda alguna que la situación sería mucho peor. Tampoco concesiones han inducido un mayor uso del auto, ya que la tasa de motorización en Santiago ha sido menos que en regiones”.

OBRAS EN ESTUDIO

 Actualmente se analizan el nuevo Puente Maipo, el nuevo enlace Quilicura, además de la futura Costanera Central.