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MANUEL VALENCIAUna de las ideas fuerza que ha impulsado el Gobierno en el proyecto de ley que retorna a las calles a los fotorradares es que, a diferencia de los que operaron entre 1997 y 2001, los nuevos dispositivos no serán “cazabobos”. Es decir, no buscarán ser artefactos, estratégicamente instalados, para atrapar a infractores incautos, sino que apuntarán a reducir accidentes y muertes, mediante multas que alcanzarán hasta los $200 mil, 70% más que la multa máxima que se aplica hoy.
Para ello, serán señalizados y advertidos con antelación en las vías y se instalarán con una serie de criterios. Según un documento elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social, al que tuvo acceso “El Mercurio”, los dispositivos serán habilitados en calles con al menos 1,38 accidentes fatales en cinco años y con 246 siniestros con heridos en el mismo plazo.
Según el documento, por cada fotorradar instalado en estos sectores críticos se conseguirá reducir los fallecimientos en 28% y la cantidad de lesionados en 10%.
De acuerdo a fuentes del proyecto de ley, esquinas como la de Gran Avenida y Américo Vespucio (La Cisterna), varios sectores de Avenida Kennedy o ejes como Andrés Bello son candidatos ideales para ser controlados por fotorradares.
También la metodología establece que los dispositivos generan rentabilidad social, debido a que ahorran $45 mil millones por cada fallecido y herido que evitan. Esto porque el Estado consigue ahorros por atenciones de salud y capital humano que no se pierde.
“Esta metodología se basa en la experiencia internacional. Si bien se utilizará inicialmente para detectar excesos de velocidad, también se podrá aplicar a futuro para sancionar a quienes salten signos pare o ceda el paso”, explican fuentes que trabajaron en la elaboración de la metodología.
Agregan que el nuevo gobierno está interesado en impulsar el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI), que introduce los fotorradares, y fue presentado por la saliente administración.
15
días después de haber cometido la falta, los infractores recibirán en su domicilio el parte detectado por el fotorradar. Luego tendrán 10 días para pagarla y acceder a un descuento de hasta 50%.
Tres
de cada 10 mil conductores que circulan a exceso de velocidad son detectados hoy por los carabineros. Esta brecha es la que buscan reducir los dispositivos. Para ello se instalarán en la ciudad y en autopistas.
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