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Renata Fernández 

C uentan sus funcionarios que el Parque Metropolitano de Santiago ha tenido cuatro períodos de “esplendor” en sus 97 años de existencia. El primero fue en los años 20, cuando Arturo Alessandri inauguró el funicular. Luego en los años 60, con la apertura de las primeras piscinas. Y en la década de los 80, con el debut del teleférico. ¿La última época de auge? La que comenzó en agosto de 2011, con la aprobación del proyecto Parque Centenario, que tiene contemplado un plan de inversiones que culminará cuando el parque cumpla un siglo de funcionamiento en 2017.

El énfasis en la historia que solicitó el Presidente

El proceso de renovación comenzó hace algunos años. El primer paso lo dio la directora durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, Teresa Rey, quien apostó por acercar el parque a la ciudadanía y a reforzar los vínculos de los funcionarios con la institución. Luego sería Bernardo Küpfer, quien durante la administración de Sebastián Piñera dio prioridad a las grandes construcciones. Luego, el actual director, Mauricio Fabry, tomó la posta.

Fue el mismo Fabry quien en 2011 tuvo que presentarle al Presidente Piñera el plan que habían diseñado para los cien años del parque. Aunque el Mandatario sí aprobó el proyecto, hizo una observación: el énfasis estaría en la recuperación de la historia del lugar.

Por eso se instaló señalética que emula los letreros de los años 20. Letreros que, además, están escritos en castellano, inglés y portugués, pues los brasileños son los principales visitantes extranjeros del parque.

La remodelación toma forma

Mejorar los accesos es una de las prioridades de la remodelación. Ahora están en pleno arreglo la entrada de Pedro de Valdivia Norte, el acceso de La Pirámide y pronto se iniciarán las mejoras en Pío Nono.

Parte importante será la expansión del zoológico, que se planea para este año. Serán 8,4 hectáreas que se destinarán a mejorar las condiciones de vida de los animales Además, es la instalación que más atrae visitantes, ya que de los 4,5 millones de visitas al año que tiene el parque, un millón corresponde a entradas al zoológico.

Pero la obra “estrella” es el nuevo plan de forestación que ya se inició y que es la iniciativa de plantación de árboles más grande en la historia del parque. Con una inversión de $1.689 millones, a la fecha ya se han plantado 80 mil árboles de un total de 110 mil. Se proyecta que los maitenes, quillayes y peumos ocupen 145 hectáreas. Según el director, Mauricio Fabry, del plan de forestación “depende el futuro del parque”, por la cantidad de áreas verdes que sumará el recinto. Sin embargo, dice que los resultados se verán en 5 años más, cuando los árboles crezcan.

Además, ya comenzó a funcionar un nuevo sistema de conteo de visitantes para tener certeza de cuánta gente asiste al parque. Solo en enero, por ejemplo, se registraron 75 mil ciclistas.

El sendero rústico es considerado por el director como una de las obras “emblemáticas” de la renovación. Esto, porque asegura que es uno de los senderos menos conocidos y que además es “temido” por algunos visitantes por estar en algunos tramos cercano a poblaciones. Por eso, con las nuevas obras, a los 8.420 metros de recorrido peatonal se les están sumando nuevas ampliaciones que permitirán integrar de manera segura la zona norte del parque. También destaca que parte del sendero se construirá en terrenos recién expropiados, lo que constituye la primera ampliación del parque en su historia.

Para esas 15,1 hectáreas se barajan opciones como la construcción de un ecoparque, una central hidroeléctrica de carácter educativo y la instalación de huertos urbanos. Gracias a este aumento de terreno, el Parque Metropolitano destronó al Parque Chapultepec de México como el más extenso de América Latina.

La incertidumbre frente al cambio de gobierno

Hoy, el parque maneja un presupuesto que bordea los 6 mil millones de pesos anuales y, según el calendario de inversiones, las obras para el centenario del parque debieran estar finalizadas en 2017. Sin embargo, al interior del parque hay temor, porque los recursos solo están asegurados para este año y no para más adelante.

Aseguran que debido al cambio de administración, no hay plena seguridad de que el Plan Parque Centenario se complete, situación que comenzará a dilucidarse en mayo, cuando comience la discusión del presupuesto para 2015. Y hacen énfasis en que a pesar de que el parque no es una institución de carácter político, su desarrollo y presupuesto “depende mucho” de las prioridades y “gusto” del Presidente de turno. Además, el actual director tampoco tiene certeza de si será ratificado en su cargo después del 11 de marzo.

 Las imágenes de las primeras construcciones históricas

El monumento a la Inmaculada Concepción de la Virgen María fue inaugurado en 1908, pero el problema fue que la estatua solo podía verse de lejos, ya que no había forma de que los visitantes llegaran a los pies de la Virgen. Hoy, la zona de 100 metros que rodea la estatua está en manos del Arzobispado e incluso existe un circuito turístico llamado la “Ruta de los Santos”.

El Observatorio Astronómico Lick fue la primera obra del Parque Metropolitano. Inaugurado en 1903, fue el primer observatorio en ser construido en el Hemisferio Sur. Hoy se llama Observatorio Manuel Foster y está en manos de la Universidad Católica. En ese entonces, los cerros estaban completamente secos y solo servían para extraer piedras. De hecho, las piedras con las que se construyó el puente Cal y Canto fueron sacadas de este lugar.

El Torreón Victoria fue otra de las obras que fueron construidas en el año 1925. Para el terremoto de 1985 sufrió daños que no fueron reparados y con el terremoto del 27-F el torreón terminó por destruirse. Sin embargo, este ya fue completamente remodelado.

Inicialmente, el funicular fue construido en 1925 con capitales italianos para que los peatones pudieran llegar al monumento de la Virgen. Ese mismo año se inauguró el zoológico. En febrero de este año se anunció la recuperación del funicular con una inversión de mil millones de pesos.

Las obras que ya están terminadas

La plaza de juegos Gabriela Mistral se remodeló con una inversión de $363 millones. Se pintaron las locomotoras que estaban instaladas, se importaron juegos musicales desde Alemania y se instaló un anfiteatro construido a base de troncos.

El mirador Pablo Neruda es un anfiteatro equipado con esculturas que, además, permiten que los visitantes suban a pequeñas cumbres para ver la ciudad en 360°.

Los primeros módulos de baño y seguridad están ubicados en puntos estratégicos del parque como los lugares de juegos infantiles. Asimismo, cuentan con un servicio de dedicación exclusiva de limpieza.

La señalética histórica ya fue instalada y está escrita en castellano, inglés y portugués. En la foto, los letreros que están ubicados en la entrada al funicular.