por I. Saavedra/S. Novoa
Como un año muy bueno, pero difícil, define a 2013 el gerente general de Inmobiliaria Fernández Wood-Vizcaya, Eduardo Crawley-Boevey. Explica que fue bueno, porque lograron mantener su nivel de promesas de compra en los rangos de 2012, con unos 2,1 millones de UF, aunque hubo menos afluencia de público a los proyectos. En escrituración cerraron 20% sobre el ejercicio previo, con unos 1,8 millones de UF.
En los proyectos de entrega más reciente tuvieron buen resultado de ventas producto de que en algunas comunas de la Región Metropolitana prácticamente no hay stock para entrega inmediata. “Eso lo vimos en proyectos como Parque Bustamante (en la intersección de esa calle con Av. Matta), donde estamos con una segunda torre de 285 departamentos y se anticipó la venta esperada para 2014”, comenta.
Lo difícil vino por el lado de que costó echar a andar nuevos proyectos, producto de los altos costos de construcción y la escasez de terrenos: “Esos factores, junto con las restricciones normativas y de uso de suelo hicieron que costara mucho generar. Además, el tema de los paros municipales impactó en la obtención de permisos para obras y en las recepciones ”.
Para 2014 Crawley-Boevey proyecta un ejercicio similar al pasado en términos de promesas, aunque con una escrituración 30% mayor. Descarta que una desaceleración de la actividad golpee al sector, “porque el desarrollo de nuevos proyectos se ha mantenido muy controlado producto de la escasez de terrenos y los altos costos de construcción. Hay un stock muy sano”. Por lo mismo, no cree que haya una ralentización de la economía cause estragos en esta industria.
Dos empresas en una
Tras la fusión concretada en 2009 entre Fernández Wood y Vizcaya, siguieron operando con las dos marcas en sus respectivos segmentos, lo que les permite contar con una variada cartera: desde casas de 2.000 UF en Buin o Padre Hurtado, hasta departamentos de 15.000 UF a 30.000 UF en La Dehesa, Vitacura y Las Condes, donde se centra Vizcaya.
En Cerro Alvarado, por ejemplo, desarrollan “Campanario”, un proyecto de 46 departamentos en dos etapas y repartidos en cuatro edificios, de a dos por piso, con estacionamientos subterráneos con luz natural, jardines de uso exclusivo, entre otras cosas, que van desde las 18.000 UF a cerca de las 30.000 UF”.
El foco lo tienen en Providencia, Ñuñoa, Vitacura y Las Condes para edificios. Y en casas están en Chamisero desde hace unos 11 años y también ingresaron en la zoduc de Santa Elena, en Colina, en alianza con Agsa -dueña de la tierra-, Siena y Avellaneda Imsa- Adportas. Proyectan desarrollar en una primera etapa, de 10 años, 90 hectáreas, donde levantarán unas 1.800 viviendas. “Invertiremos en conjunto alrededor de US$ 1.200 millones”, comenta Crawley-Boevey.
Hoy están con dos barrios privados, con viviendas de 120 a 140 m2. El ejecutivo destaca que Fernández Wood tiene trayectoria en el desarrollo de condominios en San Carlos de Apoquindo, El Carmen de Huechuraba y Chamisero.
Parte de la estrategia de la firma es buscar socios inversionistas e inmobiliarios para abordar los proyectos.
En el sector sur están buscando terrenos en Puente Alto, San Bernardo, Buin y Padre Hurtado, para construir casas de 2.500 UF a 3.500 UF. Cree que el proyecto del nuevo Metrotren a Rancagua y al sector de Nos impulsará la demanda.
También están entrando en la Quinta Región con un primer proyecto: el edificio Costaviña, mix de primera y segunda vivienda, a dos cuadras del casino. “Serán unos 60 departamentos de 75 m2 a 140 m2 y entre las 4.000 UF y 7.000 UF , con entrega para mediados de 2015”, detalla. El plan es crecer en la Ciudad Jardín, pero en el mediano plazo no contemplan ir a otras regiones.
El gerente plantea que uno de los desafíos de las empresas del rubro es generar paños para nuevos desarrollos, que les garanticen su sustentabilidad.
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