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NADIA CABELLO 

El sector norte de la capital está experimentando un crecimiento acelerado. En comunas como Colina, Huechuraba y Quilicura se estima que en 20 años la población podría duplicarse.

Eso traerá consigo un aumento de la demanda por servicios, especialmente de transporte. Para adelantarse a un eventual colapso, el Ministerio de Obras Públicas (MOP), la Seremi Metropolitana de Transportes, los municipios e inmobiliarias están trabajando en un plan maestro para la ruta Los Libertadores, que si bien se creó para unir Santiago y Los Andes, hoy es la principal vía por la que se trasladan los residentes del norte de la capital hacia el centro.

El objetivo es plantear todas las mejoras que se consideren necesarias antes de que la autopista se “quede chica”. El jefe de la División de Explotación del MOP, Javier González, explicó que “esta es una iniciativa de las inmobiliarias que están desarrollando proyectos alrededor de la ruta, y el objetivo es contar con los estudios preliminares de prefactibilidad social que permitan hacer viable los aportes de mitigación vial de dichas inmobiliarias en un sentido armónico”.

Los estudios comenzaron en agosto y en ellos se deberá evaluar si es necesario y rentable socialmente implementar mejoras en seguridad vial, señalización, demarcación, iluminación de cruces, instalación de telepeajes, conectividad peatonal, obras de paisajismo y hasta una ciclovía.

También se incluye la ampliación de la capacidad vial en la Autopista Los Libertadores, agregando terceras pistas, siete nuevos atraviesos con retornos y egresos de la ruta a las vías transversales y mejoras en los seis cruces que ya existen.

Además, para la G-73 (ramal de la Autopista Los Libertadores) se prevé la creación de rotondas que conecten de manera más expedita.

“El sentido es cambiar el estándar en los primeros kilómetros, al menos hasta Colina, de una autopista que se concibió como interurbana, pero que, dado el crecimiento, pasará a una con estándar urbano”, dijo González.

Los estudios preliminares deberían estar listos en junio. Con ellos se debe establecer hasta qué grado se cambiará el estándar y eso deberá ser aprobado por el MOP, Transportes y Desarrollo Social, entre otros organismos. Una vez superada esa etapa, se debe modificar el contrato de concesión para incorporar estas exigencias.

La ejecución del plan maestro, programada para los próximos 15 años, representa un modelo inédito, pues será la hoja de ruta para las próximas construcciones inmobiliarias y comerciales en el sector que tengan que hacer obras de mitigación.

El alcalde de Colina, Mario Olavarría, quien ha participado en su elaboración, reconoció que “por primera vez se están planteando obras para evitar que un sector en auge colapse. Generalmente primero viene el colapso y después los arreglos”.