por A. Christiansen / A. Astudillo
En marzo se cumplirá el plazo de la primera etapa de implementación de la red 4G en Chile. Las tres compañías que participaron en la licitación -Entel, Claro y Movistar- tendrán sus redes operativas, alcanzando una cobertura del 98% del territorio nacional y convirtiendo a Chile en el primer país de Latinoamérica con tres ofertas comerciales de 4G.
Pero, ¿vale la pena subirse tan rápidamente a la nueva tecnología? Pese a que las compañías reconocen una masiva llegada de clientes, denuncias de que la tecnología no funciona adecuadamente y de que su funcionamiento está muy lejos de lo que la red promete inundan las redes sociales.
La implementación completa debiese durar, según expertos de la industria, unos tres años, considerando que recién en febrero se conocerá la licitación de la banda de 700 MHz -lo que tomará, como mínimo, un año más de implementación- y, luego, la llegada de nuevos equipos que sean compatibles con ambas bandas y que en la actualidad no existen en el mercado chileno.
Mapas y costumbres
La red 4G es la evolución de las redes de información inalámbricas que hacen funcionar principalmente a celulares y equipos móviles, pero también a tabletas y computadores mediante adaptadores Wi-Fi.
La red promete ser hasta 10 veces más rápida que la actual 3G, con peaks de conexión superiores a los 50 MB, pero que en promedio llegan a los 10 MB, similar a lo que actualmente ofrece una conexión hogareña.
Werner Creixell, profesor de ingeniería del Departamento de Electrónica de la Universidad Técnica Federico Santa María y usuario de la red desde hace unos meses, cuando llegó a Valparaíso, dice que su experiencia ha sido óptima y mucho mejor que lo que existe actualmente. Sin embargo, para tener un servicio de calidad, el usuario debe considerar, dice, ciertos aspectos.
El primero es revisar el mapa de cobertura del servicio que actualmente ofrecen Claro y Movistar, y que es un requerimiento legal de la nueva licitación. “El mapa de cobertura, por lo menos en mi caso, ha sido confiable. Uno debe saber si su lugar de trabajo, casa o lugares por los que transita están en la cobertura antes de contratar un plan”, dice, una revisión que no se hace, pero que en países como Japón, donde estuvo, es costumbre.
También es importante considerar que la red actual funciona en la frecuencia de los 2.600 MHz, la que asegura gran cobertura geográfica, pero que no tiene gran penetración indoor (es decir, al interior de casas o edificios), lo que mejorará con la incorporación de la banda de 700 MHz, que ya está siendo licitada, pero que podría tardar, al menos, otro año en implementarse. Esta banda asegurará que haya acceso al servicio, por ejemplo, en lugares como el Metro o en edificios gruesos y con alta densidad poblacional (muchos departamentos).
Creciente demanda
De todas formas, el interés por el 4G en Chile ha superado las expectativas. Desde Movistar señalan que la adopción ya está siendo más rápida que el 3G, llegando a los 20 mil clientes en sólo dos meses (ver recuadro).
En Claro sostienen que en diciembre tenían 4.500 clientes sólo en Santiago. Las proyecciones apuntan a que, con la incorporación de Entel, se puedan superar los 300 mil clientes a fin de año.
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