por Daniela Astudillo
Ya es tiempo de cosecha en el valle de Aconcagua y con ello el renacer del folclor y las tradiciones del campo chileno en la comuna de Calle Larga, en la provincia de Los Andes, donde se celebra la trilla a yegua suelta más importante de la Región de Valparaíso.
Introducida por los españoles durante la Colonia, la trilla -proceso a través del cual yeguas y caballos pisotean el trigo para separar la paja del grano- fue una costumbre huasa de la zona central del país hasta mediados del siglo XX.
La llegada de la tecnología al campo dejó en desuso la actividad, no obstante, la tradición se quedó para celebrar la siega estival.
En versiones anteriores la fiesta ha congregado cerca de 15 mil personas, provenientes de distintos rincones del país, principalmente santiaguinos, debido a que sólo 64 kilómetros separan a Santiago de Calle Larga.
En la trigésima octava versión del encuentro familiar que se realiza hoy y mañana, evento que cuenta con financiamiento de Sernatur, se busca potenciar el turismo rural que ha cobrado relevancia como panorama para visitantes nacionales y extranjeros.
Desde la localidad de Pocuro, en las dependencias de la antigua casona donde nació el ex Presidente de la República, Pedro Aguirre Cerda, hoy convertida en museo, se degustará la mejor gastronomía de la zona.
El charquicán, empanadas y la cazuela nogada, servidos por vecinos de la comuna, serán acompañados por exhibiciones de artesanías y la famosa trilla, que tendrá además conciertos folclóricos con agrupaciones nacionales como Grupo Alegría, 3×7 Veintiuna e IIlapu.
Con un valor de entradas de mil pesos para los adultos y 500 pesos para los menores, el encuentro incorpora concursos entre huasos y visitantes de domaduras, manejo de riendas en barriletes y la silla musical con caballos.
Para el alcalde (S) de Calle Larga, Alonso Retamales, esta fiesta es “un hito importante para nosotros como ciudad y el turismo, que con el tiempo se ha transformado en un evento atractivo donde cada año vienen más extranjeros que gustan de nuestras tradiciones”.
A pesar de las altas temperaturas que caracterizan al valle de Aconcagua, las expectativas no bajan para el municipio, que cada año busca dar a conocer a la zona huasa que no deja las tradiciones.
“Ya son muchas las familias que vienen todos los años y subimos siempre el número de visitas. Para este fin de semana nuestra proyección es de dos mil personas”, señaló Retamales.
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