vía Liberación de Claudio Spiniak | Opinión | La Tercera Edición Impresa.

LA DECISION  de dejar en libertad a Claudio Spiniak, condenado por abusos sexuales contra menores, promoción de la prostitución y producción de pornografía, ha generado molestia en algunos sectores, los cuales reclaman contra lo que entienden como la entrega injusta de beneficios a una persona que cometió graves delitos.

Spiniak fue detenido en 2003 luego de que se acusara su participación en un bullado caso que en ese entonces atrajo la atención de la opinión pública. Luego de un largo proceso, en 2008, la Corte Suprema lo condenó a 12 años de presidio y al pago de una multa. Durante los últimos 10 años, el empresario estuvo recluido en la Cárcel de Alta Seguridad. Al igual que podría haberlo hecho cualquier otro reo en una situación parecida, postuló en 2012 a una rebaja de condena, beneficio que le fue concedido a raíz de su buen comportamiento. Al postular otra vez este año, recibió una nueva rebaja, lo que le permite ahora salir en libertad.

Al decidir de esta manera, la comisión de rebaja de condenas de la Corte de Apelaciones ha actuado dentro de las atribuciones que le entrega la Ley  19.856, la cual fue promulgada a principios de 2003 con el objetivo de promover la reinserción de los condenados en la sociedad, para lo cual pone especial énfasis en la observación de la conducta de los mismos. Al haber mostrado Spiniak la “conducta sobresaliente” que exige la ley -concepto que involucra aspectos conductuales, de estudio, rehabilitación y disposición al trabajo-, no había razón alguna para negarle un beneficio que ha sido concedido a otros en condiciones similares, por lo cual la decisión de dejarlo en libertad resulta adecuada y plenamente ajustada a derecho.