JULIÁN MAZZUCCO

vía PULSO.

El flujo vehicular en las autopistas es un indicador del ritmo de la economía del país, según lo describen dentro de la industria concesionaria.

En los últimos cinco años, el tráfico en las principales autopistas interurbanas ha llegado a duplicarse. 

El tramo de la Ruta 5 que une Santiago y Talca, concesionada por la empresa Rutas del Maipo, ha pasado de tener un flujo de poco menos de 20 millones de vehículos en septiembre de 2009 a casi 40 millones a fines del tercer trimestre de este año.

El crecimiento en el tráfico por estas vías es innegable. Vías como la Autopista del Sol, que va desde la capital hasta San Antonio, y la Ruta del Maule, que permite conectar Talca y Chillán, también han experimentado crecimientos, aunque más moderados.

El aumento en la cantidad de autos, camionetas, buses y camiones por estas rutas y las proyecciones de crecimiento del parque automotriz plantean desafíos tanto en la mantención de la infraestructura como en la calidad de servicios que pueden ofrecer. En paralelo, según los especialistas, se plantea la pregunta respecto de la tarificación y sobre las proyecciones realizadas para los plazos de concesión que se establecieron en los contratos con el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

NECESIDAD DE MEJORAS VIALES

El  MOP está llevando a cabo una serie de proyectos para hacer frente a la congestión que empeora cada día. Al parecer no alcanza con sólo levantar la barrera en los peajes en las entradas y salidas de Santiago, sino que es necesario la ampliación de las autopistas.

El ministerio ya ha encargado dos estudios de ingeniería para evaluar la posibilidad de aumentar la cantidad de pistas en dos de las principales rutas interurbanas: la Ruta 68, que une Santiago con Valparaíso; y en la Ruta 78, más conocida como Autopista del Sol.

A esto se suma un proyecto que está previo a ejecutarse en la Ruta 5 Sur, donde el ministerio, junto con la concesionaria Rutas del Maipo, está preparando la construcción de terceras pistas (una por sentido de tránsito) desde el kilómetro 51 hasta el 58 de esta vía, lo que contempla, además, la relocalización de la plaza de peaje Angostura, la ampliación del número de casetas y los pórticos de pago.

Así podría mejorar los tiempos de viaje y disminuir la congestión en los momentos de mayor demanda, alcanzando una capacidad vial de 5 mil vehículos por hora. Esta obra de US$63 millones comenzaría este mes y debería está lista en 36 meses.

Además, Autopista Central, que integra el sistema Norte-Sur de la capital, por medio de un convenio complementario con el MOP está preparando la licitación de un nuevo Puente Maipo. Esto a raíz de que el actual de sólo dos pistas está colapsado y la estructura no resiste mejoras. La obra tiene un techo de US$60 millones y, según Christian Barrientos, gerente general de la compañía, se lanza el concurso a principios de diciembre para “adjudicar entre febrero y marzo del próximo año”.

Junto con ello, la cartera liderada por Loreto Silva firmó un acuerdo con la Autopista del Aconcagua, que administra el tramo entre Santiago y Los Vilos en la Ruta 5 Norte,  para iniciar obras de conversión del estándar. Con esto, el segmento de dicha ruta entre la capital y Lampa pasará a ser considerado urbano. 

Así los primeros 15 kilómetros de la Ruta 5 Norte, es decir, entre el enlace con Américo Vespucio y el peaje Lampa, dejará de requerir sólo tres pistas e incorporará una cuarta vía en sus primeros cuatro kilómetros, mayor seguridad y pórticos free flow.

De este modo, la medida que fue aplaudida por los expertos, generaría que la concesionaria administrase un autopista urbana y, también, interurbana.