por José Orlandini, Gerente Servicios TI de Sonda
vía ¿Es viable el voto electrónico? | Opinión | La Tercera Edición Impresa.
EN POCOS días viviremos la segunda vuelta presidencial, luego del proceso democrático del 17 de noviembre pasado. Dentro de este escenario, vale la pena hacerse la pregunta sobre si Chile debería implementar elecciones vía voto electrónico.
Para resolver esta interrogante, lo primero que debemos preguntarnos es si nuestro país necesita o no un nuevo sistema de votación. En caso de que Chile se inclinara por adoptar el voto electrónico, el segundo paso sería determinar qué modelo de voto electrónico elegir. A nivel mundial existen múltiples modalidades, de las cuales hay tres que son las más utilizadas y exitosas.
La primera consiste en el reemplazo de la papeleta por un equipo fuera de línea (Brasil). En este caso, la persona debe concurrir a su local de votación, identificarse al llegar y luego votar presionando la tecla adecuada en el equipo. Al final del día de las votaciones, los equipos son recolectados y llevados a un lugar central, donde son “descargados” todos los datos con las preferencias electorales de los ciudadanos.
La segunda opción, consiste en el reemplazo de la papeleta por un equipo en línea (Venezuela). En este modelo, la persona también debe concurrir a su local de votación, luego identificarse -de forma manual o biométricamente-, para luego votar presionando la tecla adecuada en el equipo. En este caso, la máquina está conectada en línea con el centro de procesamiento central, por lo que los datos que contienen el voto son recibidos y procesados inmediatamente.
Finalmente, podemos mencionar el modelo de seguridad electrónica que permite completa independencia del equipo (como ocurre en varios países de Europa). En este caso, no es necesario que la persona concurra a ningún lugar físico. Puede votar desde el computador, en su casa, o en cualquier lugar del mundo, siguiendo un protocolo de seguridad.
Si Chile aplicara esta última modalidad, los miles de chilenos residentes en el extranjero podrían ser incorporados fácilmente al sistema de votación y probablemente muchas personas que hoy no votan (recordemos que el voto es voluntario), participarían de los procesos eleccionarios, pues podrían hacerlo desde la comodidad de su hogar, lo que probablemente aumentaría la participación de la ciudadanía, con todos los beneficios que ello supone para el fortalecimiento de la democracia.
En Sonda consideramos que Chile tiene la plataforma TI, las comunicaciones y el personal técnico especializado suficiente para implementar cualquiera de estas tres metodologías de votación electrónica, tal como lo han experimentado en Venezuela y Brasil, y próximamente Perú. En este último caso, las autoridades de ese país se encuentran desarrollando un sistema de voto en línea, remoto, que se implementará para las elecciones regionales y municipales del 2014.
No cabe duda de que el voto electrónico será, tarde o temprano una realidad. Por eso es importante empezar a evaluar cuál de los sistemas se acomoda más a nuestra cultura cívica y, al mismo tiempo, harán más eficiente, participativo y transparente el proceso. Esto es un enorme desafío que debemos abordar de manera coordinada, tanto fuerzas políticas como sociedad civil y mundo privado, y con el apoyo de las tecnologías actuales.
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