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ÓSCAR SAAVEDRA
Hace 30 años que un gendarme no era director nacional de Gendarmería. A solo días de haber sido ratificado por el Gobierno como la máxima autoridad del servicio -tras la salida del abogado Luis Masferrer, en abril fue nombrado en carácter de subrogante-, el coronel Marco Fuentes (51) tuvo que afrontar la fuga de tres presos desde una celda del Juzgado de Garantía de Colina, la que reveló graves negligencias y fallas en la forma de operar de los vigilantes.
-¿Podría garantizar que el gendarme tiene los conocimientos necesarios para encargarse del sistema penitenciario?
-Tengo la plena certeza de que los únicos que estamos capacitados para dirigir Gendarmería somos los gendarmes, por el conocimiento y la experticia que tenemos del sistema penitenciario.
-Sin embargo, estudios realizados dan cuenta de deficiencias en la forma que se instruye al suboficial y al oficial
-El gendarme está preparado para trabajar en los penales del país, estamos en un nivel muy superior al resto de los países de la región. Tenemos el control completo de las unidades penales y los oficiales están capacitados para dirigir un penal. Hay países de Latinoamérica y Centroamérica donde los reos tienen el control total de las cárceles.
-Entonces, ¿cómo se explica lo que ocurrió esta semana en Colina, donde se vio un operativo con serios errores?
-No me puedo anticipar a hacer un juicio de valor antes de conocer el resultado del sumario. Lógicamente, a mí me causa molestia cualquier evento así, pero estamos expuestos a este tipo de situaciones. Nos hacemos cargo de nuestros errores, jamás escondemos la cabeza como el avestruz, enfrentamos la contingencia, nosotros trabajamos las 24 horas con personas que no quieren estar presas. Las universidades eligen a sus alumnos, Gendarmería no escoge a los internos. La investigación que lleva el Ministerio Público y la interna van a determinar los errores.
-Gendarmería ha aludido a un eventual “error humano” en la fuga.
-Fue un error del alcaide (del penal Colina II) entregar esa información (en su respuesta al Tribunal Oral), y no me hago cargo de esa situación. Lo que uno da cuenta al tribunal es simplemente lo que ocurrió, la evasión, pero no anticipa juicios sin tener la certeza.
-¿Se descartó la posibilidad de una eventual colusión entre gendarmes y reos? Tanto error genera sospechas.
-Hasta ahora no descarto ninguna hipótesis. Para poder mejorar todos los procedimientos, la administración del sistema penitenciario, para que sea más transparente, la autoridad tiene que partir reconociendo que dentro de las organizaciones se desarrollan focos de corrupción, públicas y privadas. Es un fenómeno ya instalado, es preocupante cómo la corrupción ha irrumpido en todas las organizaciones y nosotros no estamos ajenos a ello. Focos de corrupción, tenemos. Cuando uno los reconoce, empieza a tomar medidas y recaudos para que esto no se propague.
-¿En este caso se va a llegar a fondo, aunque esto implique reconocer que hubo colusión entre gendarmes y reos?
-Garantizo que llegaremos al fondo en la investigación de la fuga, tolerancia cero a la corrupción: no voy a permitir ni aceptar que algún funcionario, del grado que sea, oficial, suboficial, profesional, cualquier atisbo de corrupción en cualquier planta de la institución; va a ser desvinculado inmediatamente. Esto le hace bien a la institución, transparentar y sancionar.
“Por ahora, separé de sus cargos a un teniente coronel y a un gendarme que están dentro del procedimiento que terminó con la fuga en Colina, para agilizar la investigación y transparentarla (…) Esas son las personas que hay que indagar y ver qué ocurrió”.
“Soy contrario a que un civil administre Gendarmería”
Con el cambio de gobierno en marzo próximo, el período del coronel Fuentes como director titular del servicio podría no superar un semestre. Dice que ello no le preocupa, sino que lo verdaderamente relevante es que lo suceda otro oficial: “Aspiro a que este cargo sea ocupado permanente por un oficial penitenciario y para eso voy a trabajar. Quién sea ese oficial, para mí es irrelevante; no tengo aspiración de seguir. Trabajo por la institución, para que continúe en el cargo un oficial, soy un convencido de ello (…) Soy contrario a que un civil vinculado al mundo político administre Gendarmería. Esta es una institución profesional y tiene que ser dirigida por los gendarmes”.
-¿Podrá demostrar, en pocos meses, que un oficial es capaz de estar al mando?
-Hemos demostrado en estos ocho meses (de subrogancia) que tenemos una institución tranquila, sin sobresaltos en términos de conflictos internos. Por tantos años, la institución fue conducida por distintos civiles, que se han deteriorado internamente una serie de procesos, hay que reformular los programas. (…) Un servicio como el nuestro, que es el más grande y el más complejo, tiene que tener continuidad en sus procesos. No podemos estar cambiando permanentemente nuestras acciones, planes, programas. Hay que definir una política penitenciaria de Estado, que trascienda a los gobiernos.
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