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Si usted saldrá de Santiago en Fiesta Patrias seguramente pasará por un peaje. Si se quedó en Santiago, tiene que haber pasado alguna vez por estas construcciones que cruzan la carretera y rompen la monotonía del viaje para cobrar.
Pagó y siguió. Puede haber sufrido con el taco del peaje, o tal vez pasó rápido. Pero, ¿se ha puesto a pensar en la logística que existe para que estos complejos de cemento y fierro funcionen? ¿Cómo llegan los peajistas a la mitad del desierto antofagastino o a Quepe, cerca de Freire? ¿De dónde sacan los cajeros las monedas para tener siempre vuelto disponible?
Todo está organizado para que funcione como reloj. “Las situaciones de la ruta son esencialmente dinámicas, siempre ocurren cosas; no olvidemos que aparte del recaudo somos responsables del mantenimiento de toda la faja fiscal. Por lo cual, debemos reponer letreros chocados, pintar las líneas de la carretera, tenemos un centro de control que opera las 24 horas del día, recibiendo llamados de auxilio por averías mecánicas o accidentes”, explica José Ricardo González, gerente de Explotación de la Ruta de La Araucanía y de Los Ríos, de Intervial.
En los peajes laboran cientos de personas, los más visibles son los cajeros, pero tras ellos hay supervisores, guardias, administrativos, gente a cargo de la seguridad y del aseo, asistentes de servicios para atención de usuarios, jefes a cargo del mantenimiento de la autopista y de los softwares y hardwares que dan soporte a la operación. Porque aquí no se puede parar.
A las rutas que administra González, el funcionamiento del peaje le significa 15% del costo de mantención de la autopista. El otro 85% corresponde al mantenimiento general de la carretera, reposición de letreros y atención al usuario, grúas, ambulancias, patrullas, rescate y otros gastos menores.
Una concesionaria tiene varias autopistas
Las autopistas chilenas están concesionadas a empresas privadas que se encargan de todo su funcionamiento.
Las concesionarias más grandes son Intervial, que administra la Ruta 5 Sur desde Santiago a Río Bueno. Hacia el norte, Aconcagua opera la carretera desde Santiago a Los Vilos, en la Región de Coquimbo. Y también está a cargo de la autopista del Itata, en Biobío. Abertis administra la mayoría de las vías del litoral central, como la Autopista del Sol y la Ruta 68, además de la ruta de Elqui, entre Los Vilos y La Serena.
Hay otras sociedades concesionarias, como Autopista de Antofagasta e Interportuaria en la Octava Región.
Se terceriza desde el cobro hasta la limpieza
La operación de la autopista puede estar a cargo de la misma concesionaria o ésta puede tercerizar los servicios: desde el cobro del peaje, a la limpieza de las instalaciones, la seguridad, el traslado de los funcionarios y su alimentación, el retiro de valores y el mantenimiento de equipos, lo hacen algunas empresas subcontratistas.
El grupo internacional Eulen es uno de los importantes en este sector. Desde hace más de siete años presta servicios de cobro de peajes en la Autopista del Aconcagua, en la Región Metropolitana y en el sur del país, en las regiones del Biobío y de Los Lagos. Además, a partir del 28 de septiembre, comenzará a operar para la Ruta del Maipo, en el tramo Santiago-Talca.
En total suma una dotación de 720 cajeros y a fin de año esperan llegar a mil, cuenta el jefe nacional del Grupo Eulen servicios auxiliares, Manuel Martínez.
Eulen también presta servicios de seguridad a la Autopista del Sol y Los Libertadores.
Chilevalores es otra de las empresas del sector a cargo del retiro de dinero y transporte de sencillo.
Los cajeros son trasladados en camionetas
Los trabajadores de los peajes vienen de ciudades y pueblos cercanos a la estación. Los cajeros son mayoritariamente mujeres de 30 años en promedio, y se las elige porque son más ordenadas y carismáticas. Quienes están a cargo de la atención en ruta son principalmente hombres y promedian los 40 años.
Para ser cajero solo se exige educación media y al entrar a la compañía se les capacita en cálculo, atención de público y las características de los vehículos. Una vez preparados, los distribuyen en turnos de mañana, tarde y noche, rotativos durante seis días, y descansan uno. Para llegar a tiempo les dan un servicio de traslado hasta los peajes.
Hay situaciones especiales, como en la autopista que une Antofagasta y Mejillones. “Aquí tenemos la competencia de la minería, que tiene sueldos altos. Cuesta trabajo encontrar cajeros y la rotación es constante. Por eso buscamos formas para atraerlos con medidas como los turnos 4X4, que les permite tener cuatro días de descanso y turnos para estar diariamente en su casa”, señala el gerente de operaciones de la sociedad concesionaria Autopista de Antofagasta, Emilio Ortiz.
Los sueldos no dependen del flujo de autos
La remuneración de los peajistas depende de dónde se ubica la plaza de peaje y de si son trabajadores internos o externalizados. En Eulen el salario oscila entre $235 mil y $260 mil líquidos. Los que tienen contrato directo con la concesionaria pueden ganar más. Por ejemplo, en la última negociación sindical los cajeros de la autopista Radial Nororiente lograron un sueldo líquido que ronda los $350 mil.
Los montos son distintos, pero tienen un sueldo base (que varía entre las autopistas) y algunas agregan bonos, como el de producción y gratificación, y asignaciones de colación, movilización y caja.
La cifra final no depende de la cantidad de autos que pasen por el peaje. “Es muy cruel esta pega. Como va a ocurrir este 18, puede entrar mucha plata a la autopista en los peajes, pero el trabajador es el que se sobrecarga y recibe lo mismo. No ganas en base a los autos que pasan”, explica el presidente del Sindicato SIME, que representa a los trabajadores del peaje de Lampa y de la Radial Nororiente, Jorge Murúa.
Los que podrían aumentar sus ingresos son los que hacen turnos extra. Labor que varios harán, porque en medio del casi pleno empleo, faltan manos.
Cómo siempre tienen vuelto
“La coordinadora de turno es la que está a cargo de la tesorería y pasa constantemente por los peajes viendo que no falten monedas o billetes para el vuelto. Hay un fondo de sencillo al que le solicitamos monedas de $100, $500 y billetes de $1.000 y $5 mil. El que más usamos es el de $1.000”, comenta la supervisora del peaje de Quepe en la región de La Araucanía, Yasmín Zambrano.
Para tener disponible el sencillo, los cajeros son abastecidos por empresas de retiro de valores que pasan a buscar el recaudo a la bóveda del peaje y dejan un monto en monedas.
La frecuencia de retiro depende de la cantidad de público y ninguna autopista la da a conocer por razones de seguridad.
Si es que un conductor no trae dinero para pagar, el supervisor del peaje puede permitirle pagar con tarjeta, cheque e incluso con dólares o pesos argentinos. Solo se niega el paso por razones de seguridad, como cuando el conductor está bajo los efectos del alcohol. En ese caso, que ocurre principalmente en las fiestas, se cierra el paso y se informa a Carabineros.
Las tallas de los conductores
“¿Hoy día por ser domingo paso gratis? o ¿se puede pagar estudiante?” son algunas de las bromas que le dicen los conductores a Yasmín Zambrano, supervisora del peaje de Quepe en la región de la Araucanía. También hay choferes galanes en especial los de los camiones que le dicen “no importa viajar tanto para llegar a este peaje y ver una bella flor”, cuenta, pero agrega que hay conductores que pasan la plata, ni siquiera la miran y se van sin ni siquiera recibir su ticket.
Álvaro Reyes lleva tres años trabajando en el peaje de Lampa para la empresa Eulen y antes laboró en Las Canteras de la ruta Los Libertadores. Lo que más le gusta de su trabajo es poder manejar su tiempo, no tener un jefe encima siempre y que nunca un día es igual a otro. “Una vez pasaron unos argentinos y me ofrecieron mate, yo les agradecía pero insistieron, y como uno no tiene mucho tiempo tomé para que pasaran rápido. Al rato me sentí mal, me subió la presión y tuve que salir del peaje”, cuenta entre risas. Pero se pone serio para decir que cuando hay tacos reciben garabatos y malos tratos de los clientes que se desquitan con los cajeros.
Rodrigo Reyes es supervisor de peajes de la ruta de Antofagasta y destaca la labor femenina. Recuerda que hace un tiempo no pudo convencer de pagar a un camionero ofuscado por el valor del peaje y optó por llamar a una cajera que a los minutos lo convenció. “Para la zona es un plus tener cajeras porque la mayoría de los usuarios son personas que viajan muchos kilómetros por una zona agreste, que van presionados de tiempo y al llegar a un peaje quieren una cara amable y hay una mejor recepción con las mujeres”, dice.
Pero más allá de la entretención la responsabilidad es grande. “Ellos tienen la misma responsabilidad de un cajero de un banco por el manejo de dinero pero trabajan en peores condiciones: en zonas apartadas donde no es fácil llegar, con turnos de noche y bajas temperaturas y sufren asaltos”, explica el presidente del Sindicato SIME que representa a los trabajadores del peaje de Lampa y de la autopista Nororiente, Jorge Murúa.
“Para estar en esto dicen que hay que tener alma de cobrador de peaje. A pesar de que estoy solo, hace frío y sé que corro riesgos, a mí me gusta el peaje porque es tranquilo y puedo organizar mi vida y los turnos”, recalca Álvaro Reyes de Lampa.
Se buscan cajeros de peaje
“Importante Autopista requiere Cajeros/ras: se ofrece renta de mercado y bono de asignación de caja, horario a cumplir de 45 horas semanales de lunes a domingo, con turnos rotativos de mañana, tarde y noche, dos domingos libres al mes, bus de acercamiento. Idealmente personas que vivan en las comunas de Algarrobo, El Quisco, El Tabo, Casablanca”.
El aviso publicado en internet se repite por toda la web, también se buscan peajistas en Melipilla para la Autopista del Sol y en Curacaví para los pórticos de Lo Prado y Zapata.
Para trabajar en Fiestas Patrias, en agosto se ofrecían en internet puestos en el peaje de Angostura con sueldos de $13 mil diarios, específicamente para los días 14 y el 17 de septiembre, mientras que en la Novena Región los sueldos llegan a $9 mil por turno.
Tanto las empresas como los mismos trabajadores reconocen que en el sector rota mucho la mano de obra y es escasa. Yasmín Zambrano, supervisora del peaje de Quepe, dice que en La Araucanía no cuesta encontrar gente para trabajar porque es una labor bien vista y reconocida, en Antofagasta deben ingeniárselas con beneficios, y Álvaro Reyes de Lampa dice que hay cajeras que duran dos o tres días porque no soportan el ritmo.
Que eliminen el pago de peajes con todo tipo de monedas, es como un mal chiste xd, con su viejo repertorio ‘rompí el chanchito’