El Gobierno islandés ha suspendido la caza de ballenas hasta el 31 de agosto. Un informe técnico dictaminó que infringe la ley de bienestar animal. Islandia, junto con Noruega y Japón, es uno de los pocos países que aún permiten la caza comercial de ballenas, concretamente, de rorcuales comunes, que pueden llegar a medir más de 20 metros. La actividad se reanudó en el país en 2006 tras una moratoria de 1986.