Aryna Sabalenka, después de levantar un set y un 2-0, se dispuso a cerrar el duelo con 5-2 en la manga de desempate. Se derrumbó, atenazada por la presión y los nervios, al mismo ritmo que su rival y la grada se aliaban para lograr la remontada.
La checa fue siempre por delante y marcó el ritmo durante el primer set y hasta el ecuador del segundo.