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Hogar San Ricardo: Financiamiento.

Un paraíso para pequeños ángeles | Situación social de los niños
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El hogar cuenta con una subvención estatal obtenida gracias a la ley de menores, pero ésta alcanza sólo para sueldos, entonces se ven en la necesidad de pedir por todas partes, tener socios, realizar campañas en los colegios, parroquias o sindicatos, etc.

Por ejemplo, nunca se han visto en la necesidad de comprar ropa, reciben donaciones de las personas que van a misa en la capilla del hogar. Y se dan a conocer gracias a los café concerts, bingos y a la ayuda que prestan a la comunidad, porque como dice el padre Nelson "si uno abre los ojos encuentra necesidades en cualquier parte".

La capilla y la escuela son un importante nexo con la gente del sector, que hace que los conozcan y les hagan aportes.

Pero no es suficiente. Existen muchas necesidades.

Según el padre Nelson el problema es que las cosas que no son simpáticas se dejan de lado, sobre todo las realidades como ésta, que asustan y no venden:

"Falta conciencia de integración, los recursos para la discapacidad son muy escasos, y eso para la discapacidad en general que es cerca del 10%, pero la discapacidad mental es el 2% de ese 10%, entonces los recursos casi no existen. Hay que estimular a la gente, hacer conciencia para que ellos descubran esta realidad, se quiten los perjuicios y aprendan a diferenciarla de otras enfermedades. A todos les dicen locos, sin saber si hay deficiencia, esquizofrenia u otra cosa, se mete todo en un gran saco y nadie entiende nada".

En el hogar hay niños que necesitan prótesis y a pesar que existen algunas livianas y flexibles con las cuales los pequeños pueden hacer maravillas, aquí se siguen utilizando prótesis de madera.

En cuanto a los exámenes, llegan sin problema hasta las radiografías, pero un escáner les resulta muy complicado y con mayor razón una resonancia magnética.
Deben pelear por camillas en el consultorio, o inventar caídas u otro accidente para que los atiendan, porque sino la espera se puede prolongar por días.

Y sólo en medicamentos, gastan alrededor de 500 mil pesos mensuales.

El Bingo que se realizó en octubre del año pasado en Chicureo, fue un gran aporte.
En él se recaudaron alrededor de $12.659.000 entre auspicios, venta de entradas, venta de cartones adicionales, bar y calugas. Luego de cubrir los gastos, al hogar le quedó un saldo de $8.500.000, que le permitió descansar de la compra de medicamentos y otros enseres durante varios meses.

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