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Hogar San Ricardo: Situación social de los niños.

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Sin lugar a dudas, lo más tremendo que se vive aquí es el abandono. Porque la discapacidad puede llegar a ser superable si se cuenta con el apoyo de una familia o personas cercanas que quieren ayudar a los "niños" a salir adelante. Pero en este Hogar, la gran mayoría está solo.

El padre Nelson recuerda el caso de un niño al que su madre lo entregó al tribunal antes que naciera, probablemente sin saber la enfermedad que tendría. Posteriormente, se convirtió en un niño bastante limitado, muy autista y con cero comunicación, pero por sobre todo con la marca de haber sido siempre una persona de segunda clase, porque no fue acogido ni siquiera en el vientre materno.
También hay algunos niños a los que definitivamente sus familias no los pueden tener, ya sea por la alimentación, medicamentos o por las manías que tienen. En el hogar hay "niños" que rompen colchones todos los días o que se rompen la ropa.

Muchas familias viven en casas demasiado pequeñas, donde tener una silla de ruedas es casi imposible y existe el riesgo de que se hagan daño.

Algunos niños meten la cabeza al refrigerador, tocan los enchufes o juegan con elementos tan comunes y peligrosos como una plancha. Entonces cuando los dos padres -o el que vive con ellos- trabajan, no pueden tenerlos y arriesgarse a un accidente de ese tipo, mientras que en el Hogar San Ricardo, se toman todas las medidas de seguridad necesarias para evitar que se lastimen.

Por último, también hay niños de mamás deficientes mentales, que aunque en ellas el instinto funciona muy bien, no pueden criarlos. El padre Nelson comenta que hay mamás normales que nunca más visitan a sus hijos, ni agradecen lo que se hace por ellos, en cambio las que sufren alguna deficiencia llaman por teléfono, preguntan, van de vista y son muy agradecidas.

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