La abadía de Averbode, ubicada en la región de Flandes, al noreste de Bélgica, se ha convertido en un punto clave para quienes buscan exorcismos. Kristof Smeyers, investigador de la Universidad Católica de Lovaina, estima que la abadía recibe alrededor de mil solicitudes al año. Un exponente es Thierry Moser.
Aunque no hay cifras oficiales sobre cuántas personas recurren a esta práctica en el país, el número parece estar en aumento.