La reelección de Ursula von der Leyen y Roberta Metsola como presidentas de la Comisión y el Parlamento Europeo, respectivamente, confirmaba esta semana la continuidad de la UE para los próximos cinco años. La décima legislatura arranca con la Europa más polarizada y fragmentada. Y echa a rodar con retos mayúsculos tanto dentro como fuera de sus fronteras. La prioridad es promover la independencia europea en un mundo en llamas. Con el cambio de ciclo, la Comisión Geopolítica da paso a la Comisión de la Defensa y la Competitividad.