Casi al mismo tiempo que la primera ministra italiana Giorgia Meloni anunciaba que la reunión de líderes del G7 se celebraría en la región sureña de Apulia, del 13 al 15 de junio, investigadores locales de la lucha contra la mafia se centraban en grupos criminales mafiosos presuntamente responsables de un repunte de la violencia en la zona.