Las temperaturas gélidas, combinadas con fuertes vientos y nieve, causaron estragos el jueves en la región nórdica, dejando a miles de personas sin electricidad, mientras que otros desafiaron el frío durante horas al verse atrapados en sus automóviles en carreteras congestionadas. Las fuertes lluvias en Alemania, Francia y los Países Bajos volvieron a provocar inundaciones en regiones que se han visto anegadas por el agua de forma persistente en las últimas dos semanas.