No es una metáfora: que sintamos un nudo en la garganta en momentos de nerviosismo o que al enamorarnos cientos de mariposas aleteen en nuestro estómago es porque, literalmente, en el interior del aparato digestivo se decide gran parte de nuestra salud y bienestar. Para ser exactos, a lo largo del tracto intestinal y, sobre todo, en el intestino grueso, hay un complejo ecosistema de microorganismos que condiciona en gran medida nuestro funcionamiento. ¿Os suena el nombre de microbiota intestinal?