Los tiroteos y ataques con explosivos en manos de los grupos criminales que vienen golpeando a las ciudades más grandes de Suecia se han extendido a las afueras y a los pueblos más tranquilos del país. El avance del delito ha destrozado la reputación de una nación que era considerada segura y pacífica.
En lo que va del año, más de 50 personas han muerto en tiroteos y se han producido más de 140 explosiones en el país nórdico.