Detalles sin importancia: El inicio de este mes estuvo marcado, para mí, por algunos detalles aparentemente sin importancia, de los que destaco dos porque creo que, por el contrario, resultan de importancia histórica, a pesar de su también aparente oposición dialéctica: El primero, la creación del Juzgado de Policía Local en Tiltil, y el segundo, la inauguración de la cancha de 36 hoyos del Club de Golf Brisas de Chicureo. Tiltil parece un área abandonada de las aguas del Señor, esto para un visitante reciente, sin embargo es increíble como el verdor y la tierra fértil han ido invadiendo esta zona en el transcurso de los últimos 20 años, y aquí te podrás preguntar sobre cuál es la importancia de un Juzgado. Habrás visto innumerables películas del "lejano oeste" sobre pueblos sin ley, y ese es el punto. Tiltil ahora tiene un tribunal en el que las controversias dejarán de ventilarse en las calles, donde las agresiones vecinales podrán ser rápidamente denunciadas, y donde se fallarán acuerdos que obligarán a la paz entre las personas. Con esto no pretendo decir, ni aproximadamente, que Tiltil haya sido una anarquía, sino que, simplemente, para definir un asunto tan nimio entre vecinos, como centímetros más o menos de la ubicación del medianero, requieren de una sentencia --y entiéndase sentencia como pronunciamiento o frase, no como cosa moralmente calificada-- pronunciada o emitida por el Poder Judicial. Para obtener justicia, entonces, los habitantes de Tiltil debían recurrir a Colina, lejos y a trasmano para ellos, casi tanto como el mismo Santiago, simultáneamente a que esta situación también significaba una sobrecarga de nuestro propio Juzgado. Por el otro lado, el Club de Golf Brisas de Chicureo inaugura los últimos nueve hoyos de su cancha para completar finalmente los 36, convirtiéndose así en la única en Chile de este tipo y en una de las más modernas de Sudamérica. ¿Cuál es el vínculo? Obviamente el del progreso de la provincia de Chacabuco, en algún momento más lento, en otros más rápido, pero siempre sostenido. Son muchos, aquí en Colina y Chicureo, que no sienten pertenencia ni se identifican con esta provincia. Se sienten parte de la de Santiago. Sin embargo el provincialismo tiene alguna importancia, sobre todo en nuestro caso en el que existen diferencias geográficas, incluso climáticas, importantes con nuestros vecinos. Chacabuco, hace algunos años, era un peladero, un rincón del Norte Chico, de desierto, enquistado entre el valle del Aconcagua y Santiago, y en cuyos lomajes cabalgaron famosos delincuentes y se cometieron crímenes que conmocionaron a la ciudadanía. Hoy, con una inversión de 10 millones de dólares, el Club rescata de la agricultura y la erosión un área importante, transformándola en un parque ecologícamente equilibrado, mientras el poder Judicial, finalmente, llega hasta el último rincón de la provincia. ¡Viva Chacabuco! |