El Gobierno francés ha dado luz verde a la aprobación del envío de más agentes policiales a Nueva Caledonia. Los agentes desplegados en este territorio de ultramar galo ya superan los 2.600, entre gendarmes, bomberos y policías nacionales. La pacificación de las revueltas se ha vuelto la tarea principal para el Ejecutivo de Macron después tres días de disturbios y saqueos. La crisis se ha acrecentado tras la muerte de cinco personas, siendo dos de estos agentes antidisturbios de la Gendarmería.
