En la lectura clásica, ella era la primera pecadora, la gran desobediente. Tentada por la serpiente en el Jardín del Edén, se atrevió a comer del fruto prohibido. No sólo eso: también le ofreció lo mismo a Adán. Fue el fin de la inocencia y ambos fueron expulsados del Jardín de Edén. Este es más o menos el punto central de la trama relatada en el libro del Génesis, el primero de la Biblia cristiana, Bereshit, en la Torá judía. Si a esta narrativa fundamental para las culturas judeocristianas se añaden…