La Lex Oppia Sumptuaria, como se la denominó en honor a su impulsor, perseguía las prendas de vestir coloridas, especialmente las de tono púrpura -el más caro-, que lucían en stolae y uittae, equivalentes del latus clauss y la toga viril masculinas. Pero también prohibía llevar encima más de media onza de oro, usar un carro tirado por más de dos caballos en los desplazamientos urbanos o acercarse con él a la urbs a una distrancia inferior a mil pasos…