“No soñaba de chica con ser famosa y viajar por el mundo, pero me tocó. Por eso siento que, cuando se es joven y no se tiene claro qué camino tomar, no hay que dejar de prepararse, ser siempre curioso y tener los sentidos alertas, porque nunca se sabe cuándo llegará la oportunidad. A mí me llegó y me aferré con uñas y dientes”, dice a LA NACION la estrella elegida por diseñadores como Giorgio Armani, Gianni Versace o Salvatore Ferragamo.