Pocas dominan el estilo del verano mediterráneo como las catalanas. A ese look relajado, aparentemente aleatorio y con mezclas de colores casi imposibles se suma el efecto arrugado. La negativa a la plancha es, posiblemente, una cuestión generacional, pero, en los últimos tiempos, marcas como Prada se han encargado de que se eleve como intención estética. En los 90, fue Adolfo Domínguez, adalid del lino, el que nos convencía de que la arruga es bella. Y siempre, en todo momento, las de Cataluña lo han confi