Pero a pesar de la percepción común, la pereza no suele ser la razón detrás de la procrastinación, explicó Jenny Yip, psicóloga clínica y directora ejecutiva del Little Thinkers Center, con sede en Los Ángeles, quien ayuda a los niños con desafíos académicos. “La pereza es algo como: ‘No tengo absolutamente ningún deseo de pensar en esto’. La procrastinación es: ‘Me molesta pensar en esto. Y, por tanto, me cuesta hacer el trabajo’. Es una gran diferencia”.