Uno de los rincones más emblemáticos porteños son los locales gastronómicos. En plena calle Florida, una tradicional confitería porteña supo ganarse un lugar en el corazón del Papa Francisco por sus sándwiches de miga cuando el sumo pontífice vivía en Buenos Aires. Conocida por sus inigualables especialidades, la confitería familiar «La Piedad», fundada en 1944, combina tradición y creatividad para satisfacer a oficinistas, turistas y transeúntes que hacen fila cada mediodía para degustar sus clásicos triples…