Hay quienes creen que no existe problema que una buena milanesa no pueda resolver. Esa combinación perfecta de carne tierna, pan rallado crocante y el toque justo de condimentos convierte cada bocado en una experiencia inolvidable. Porque la milanesa es más que un simple plato: es un símbolo de la gastronomía popular que despierta pasiones entre comensales de todas las edades. Uno de esos fanáticos es Nicolás Lucas (31), cuya pasión lo llevó a probar más de 300 milanesas en bodegones y restaurantes de todo el país…