A solo 190 kilómetros de la agitada capital argentina, Salto se presenta como un refugio ideal para quienes desean desconectar por un fin de semana. Este encantador pueblo, fundado en 1854, destaca por su espectacular cascada, un atractivo natural que atrae tanto a turistas como a residentes. El río Salto, que serpentea por la localidad, ofrece un espectáculo visual gracias a sus afloramientos rocosos, creando un salto de agua que se convirtió en símbolo del lugar.