Hernán Brousset maneja el arte del buen anfitrión. Se acerca a saludar a cada mesa y se asegura de que cada persona disfrute, además de generar un ambiente confortable para todos. En Los Ches, él creó un lugar donde dar rienda suelta a su afición por la cocina y su don con las personas. “Siento que esto no es un negocio, es mi casa. Cuando hay gente que quiere que le prepare un lomo saltado, me pongo mi mandil y lo hago”, asevera.