Más de 300 mujeres al año en Bélgica se ven obligadas a viajar a los Países Bajos para interrumpir su embarazo, con las complicaciones que esto supone para aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad o que carecen de los recursos económicossuficientes para costear ese proceso. Es lo que denuncian estos días más de veinte asociaciones pro abortistas en la capital de Europa, donde el límite legal para abortar es de 12 semanas tras la gestación; mientras que en Países Bajos, este límite es de 24