Tras varias tormentas y huracanes en EE. UU., muchas compañías de seguros han abandonado el estado de Luisiana o han quebrado. Las que quedan han quintuplicado sus tarifas. Los propietarios más pobres se ven atados de manos para pagar el seguro obligatorio de su hipoteca. Esta situación crítica es consecuencia directa de la crisis climática. Un informe de Fanny Allard.