La trataba como a una reina, la sentaba en una silla dorada en una sala palaciega para impresionar a sus visitas y se deshacía en elogios sobre cómo ella, por encima de todas las mujeres, le había «convertido en el hombre que era». Con Donald Trump encaminado a ser de nuevo presidente de los Estados Unidos, derrotando a Kamala Harris en las elecciones , echamos la vista atrás para recordar la historia de Mary Anne MacLeod, la humilde inmigrante escocesa que, para bien o para mal, le convirtió en el hombre que es.