En la actividad de fin de semana de la campaña de Kamala Harris por la presidencia de Estados Unidos, la candidata insinuó que el equipo del expresidente Donald Trump no quiere debatir de nuevo por miedo a que el candidato republicano quede mal parado ante el pueblo norteamericano al parecer “débil e inestable”. Además, recibió el apoyo del expresidente Bill Clinton y de la actual primera dama Jill Biden.