Los dedales de oro –típicas flores silvestres de color naranja brillante– expandidos a los costados de las autopistas dan un recibimiento vibrante y colorido al turista que se dirige desde el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez hacia la ciudad capital chilena, Santiago. Grupos de argentinos en familia, amigos, tours guiados e incluso viajeros corporativos se agrupan bajo un mismo objetivo: hacer compras. Son un espejo de quienes en los últimos años han encontrado en los países limítrofes…