La tradicional calle Palma se va abarrotando de personas con el pasar de las horas. Grupos musicales amenizan el ambiente, mientras las familias se reúnen para disfrutar de variedades gastronómicas que incluyen platos de la región y hasta franceses. A lo largo de la colorida calle —que se volvió peatonal los fines de semana—, se pueden encontrar además sectores de tragos, artesanías, comidas y todo tipo de artículos.