Son las 10 de la mañana y en el cielo no hay una nube. El barrio porteño de Retiro se ve maravilloso con sus rascacielos y palacetes de estilo parisino. La cámara de un turista enfoca al edificio Kavanagh y Esteban Lamarque, vecino de la zona, pasea sus perros salchicha. También hay unos chicos jugando en la barranca de la Plaza San Martín, donde en algunas semanas florecerán los jacarandás. “De día está todo bien, pero de noche se complica”, asegura Lamarque, mientras apunta con la mirada a un chico…