El acercamiento con Estados Unidos y Occidente del Gobierno de Milei parece evidente: en casi seis meses de gobierno, la Casa Rosada firmó la compra de cazas F-16 a Dinamarca (la operación tuvo el aval de Washington), la mayor adquisición militar en décadas, y su ministro de Defensa, Luis Petri, solicitó convertirse en “socio global” de la OTAN, una situación que construye sobre el estatus de Aliado importante extra OTAN alcanzado en 1998, durante el gobierno de otro presidente pro-Occidente: Carlos Menem.
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‘ ANÁLISIS | Entre portaaviones, la compra de F-16 y la OTAN, ¿se pelea el mundo por Argentina?