El estado de Río Grande do Sul, en el sur de Brasil, enfrenta las peores inundaciones de su historia. Un escenario similar en esa zona no ocurría desde 1941 y los expertos señalan que las lluvias de este mes han sido extraordinarias. Sin embargo, ya había señales de que la tragedia podía suceder. De hecho, en 2023 se registraron anegaciones que también fueron letales. ¿Se podía evitar la catástrofe? ¿Se concentra más el Gobierno de Brasil en aliviar la emergencia que en fortalecer la prevención?