Fueron los primeros en intervenir un lugar que diariamente funciona con otros fines (en este caso, un colegio) para crear un restaurante temporal. La idea fue tan brillante que ya lleva más de 40 años montándose en el Instituto Marie Manoogian: en las “cenas de los viernes y sábados”, el restaurante ubicado en el segundo subsuelo es atendido por los alumnos de quinto año mientras sus padres los acompañan en la preparación de las comidas. Auténtico sabor armenio, transmitido de generación en generación.