Icono indiscutible del patrimonio porteño construido, el Palacio Barolo siempre tiene algo nuevo para revelar. Y el haz de luz de su faro es una guía para redescubrirlo desde diferentes puntos de la Ciudad. Su mito dantesco y su inspiración masónica, un disparador de debates. En una noche de otoño, con un cielo nublado, el dramatismo de la iluminación y sus formas aseguran un impacto visual definitivo. ¿Nunca dejará de sorprender? ¡Nunca dejará de sorprender!