Desde el viernes pasado, la región agrícola núcleo registró significativas precipitaciones, algunas de las cuales superaron los 140 milímetros. Si bien estas lluvias son beneficiosas para mejorar la disponibilidad de agua en el suelo en áreas con déficit, así como para preparar los suelos para el trigo, para diversos expertos consultados representan una alerta para la cosecha de soja. Ya se han reportado excesos con efectos negativos en los cultivos.