Considerada como la tercera economía más grande del mundo por su valorización y como el octavo riesgo global más grande, la industria del cibercrimen avanza a un ritmo frenético. Los fraudes a través de internet crecen a la par del desarrollo tecnológico que ha llevado a que las vidas de las personas y la actividad de las empresas, estén cada vez más digitalizadas y por tanto, más expuestas a los hackers. Uruguay no es la excepción…